Información sobre el Insomnio

El insomnio es una condición de larga duración en la que una persona tiene dificultad para dormir. Estos problemas para dormir ocurren por lo menos 3 noches por semana durante un mínimo de 3 meses.

Se puede tener dificultad para conciliar o mantener el sueño, lo que se traduce en pasar mucho tiempo acostados sin poder dormir, permanecer despiertos la mayor parte de la noche, despertarse a menudo y tener dificultad para volver a dormirse y/o despertarse demasiado temprano por la mañana.

Como resultado del insomnio se puede tener también otros problemas durante el día, tales como: sentir cansancio o mucho sueño durante el día, tener poca energía, sentirse irritables, ansiosos o deprimidos, sentir preocupación por no poder dormir, tener olvidos frecuentes, tener dificultad para concentrarse.

El insomnio puede afectar el trabajo y las relaciones personales. El cansancio o la somnolencia también aumentan el riesgo de tener un accidente de tránsito o lesionarse. El insomnio puede también aumentar el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

El insomnio puede surgir por muchos motivos como, por ejemplo: estrés, ansiedad o preocupación, exceso en el consumo de cafeína, bebidas alcohólicas o tabaco, malos hábitos de sueño, como no tener una hora regular para acostarse y mirar pantallas brillantes antes de ir a la cama (su computadora, TV, teléfono o tableta), cambios en el horario de trabajo (por ej., trabajo por turnos), etc. Cuando desaparecen estos desencadenantes, el insomnio puede continuar y ocasionar el trastorno de insomnio. Este puede deberse a hábitos que se formaron a causa del insomnio (como tomar siestas, acostarse antes de tener sueño y pasar mucho tiempo despierto en la cama). O bien, puede deberse a cambios en su forma de pensar o de sentir acerca del sueño (como preocuparse por el sueño o tener miedo de irse a acostar). Ocasionalmente, el insomnio también surge solo, sin que se conozca la causa.