Información Sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una condición de ansiedad, con tres características principales:

Las personas que padecen de este trastorno experimentan pensamientos involuntarios, irracionales, y repetitivos, llamados obsesiones (obsesiones).

Estas obsesiones generan ansiedad, angustia y miedo en el paciente, quien se ve compelido a realizar acciones compulsivas (compulsiones), en su intento por neutralizar las sensaciones desagradables asociadas a las obsesiones.

El ciclo de obsesiones y compulsiones requiere mucho tiempo diario e inhibe la realización de actividades importantes para la persona, como el trabajo o el estudio.

Las compulsiones pueden ser comportamientos tales como lavarse las manos repetidamente, poner seguro de las puertas y volver a ponerlo, o tocar las cosas en cierto orden. Estas acciones o pensamientos repetitivos ayudan a la persona intenta neutralizar, contrarrestar, o quitar las obsesiones.

Además, también se pueden presentar miedos extremos o exagerados de contaminación, de que miembros de la familia se lastimen o sean heridos o de que ellos mismos se hagan daño, buscar seguridad sobre el futuro repetidas veces e intolerancia a ciertas palabras o sonidos.

Estos pensamientos, imágenes, o impulsos están fuera del control de la persona. Son inquietantes y no deseados, y usualmente la persona sabe que no tienen sentido.

No todas las acciones repetitivas o los rituales son compulsiones. Las rutinas antes de dormir, prácticas religiosas, y aprender algo nuevo requieren repetir una actividad múltiples veces, pero estas acciones favorecen la vida diaria. Cuando el comportamiento es acorde al contexto tampoco es una compulsión, por ejemplo: arreglar y organizar DVDs durante ocho horas por día no es una compulsión si la persona trabaja en una tienda de videos.

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